No te imaginas lo que una tipografía dice de ti.

Al igual que los colores, la tipografía nos transmite emociones y sensaciones, por eso es importante su elección, y adecuarla al mensaje que queremos lanzar.

Quizá este ejercicio te ayude a entenderlo:

Mira estas tres tipografías, y piensa cual sería la más adecuada para una guardería, un bufete de abogados, y una empresa tecnológica.

Seguramente hayamos coincidido en la respuesta, y nos hemos imaginado algo así:

Como hemos visto en este ejercicio, no se usa el mismo «tipo» o «fuente» para el rótulo de una guardería que para las comunicaciones de un despacho de abogados, o una publicidad de una empresa de tecnología. Diversos estudios demuestran, que las personas asociamos la forma de la letra con determinadas actitudes: seriedad, alegría, elegancia, flexibilidad, rudeza… a este fenómeno se le conoce como psicología de la tipografía.

Tal vez te hayas dado cuenta de que en ocasiones mezclamos el termino tipografía y fuente, (como en el ejercicio anterior). Veamos entonces que es una tipografía.

Para ello nos remontaremos a sus orígenes… La palabra tipografía proviene del griego “typos”, que significa forma e impresión y “graphia”, que significa escritura.

Se define como el arte y la técnica de organizar «tipos» para que el lenguaje escrito sea efectivo a la hora de ser impreso. Esta gestión implica seleccionar una fuente, organizar los caracteres y repartir el espacio.

Una fuente originalmente era una figura con un tamaño, peso y estilo o tipo de letra. En el uso moderno, fuente, del inglés “font”, es el conjunto de modelos (letras, signos y otras marcas) que representan a cada uno de los caracteres de una letra, con base en un diseño particular.

En el pasado, la tipografía era una especialidad y una profesión reservada solo para algunos. Los primeros tipógrafos hacían sellos y monedas utilizando troqueles. Hasta entonces, estaba muy claro quién era un tipógrafo y de qué trataba la profesión.

Nosotros le atribuimos la confusión a la digitalización de las fuentes debido al nacimiento de la informática y a Apple porque cuando se lanza por primera vez la Macintosh en 1984, una de las muchas maneras en que fue revolucionaria era al permitir que los usuarios eligieran entre algunas pocas fuentes. Ahora, la tecnología y los ordenadores han generado una democratización de la tipografía, poniendo la técnica al alcance de muchos diseñadores y no diseñadores.

Apple crea TrueType en 1991 e incluso lo licenció a Microsoft, que introdujo las fuentes TrueType con Windows 3.1. De pronto, millones de usuarios utilizaban tipos de letra únicos, sofisticados y escalables creados por los mejores diseñadores de fuentes del mundo.

 

En función de su morfología podemos catalogar las tipografías en cuatro grandes grupos.

  • Serif
  • Sans Serif
  • Manuscritas o Script
  • Decorativas o de Fantasía

 Una forma de clasificar las letras es según tengan o no «serifas ó gracias». Se entiende por serifas, gracias o remates, las pequeñas líneas que se encuentran en las terminaciones de las letras, principalmente en los trazos verticales o diagonales.

Las fuentes Serif se refieren a las fuentes que tienen esos pequeños detalles decorativos al final de los trazos. En algunas situaciones, las fuentes serif también se conocen como «romanas». La fuente serif más común es Times New Roman.

Se dice que las gracias hacen que las letras individuales sean más distintivas y nuestro cerebro puede dedicar menos tiempo a reconocer las letras, por lo que se considera que las fuentes de Serif son más fáciles de leer en material impreso, como libros y periódicos, donde se usan más.

Este tipo de letra es muy apropiado para la lectura de textos largos. La utilidad de las serifas es facilitar la lectura, ya que estas crean en el ojo la ilusión de una línea horizontal por la que se desplaza la vista al leer. Las tipografías con serif como Playfair Display o Roboto Slab, tienen una personalidad muy fuerte.

Son muy elegantes, sobre todo aquellas que tienen más contraste de trazos (es decir, aquellas en las que en una misma letra hay líneas más gruesas y más finas).

Las solemos percibir como tradicionales, serias, respetables, institucionales o corporativas.

Algunos ejemplos son: Book Antigua, Courier, Garamond, Times New Roman y Palatino.

 

Como acabamos de ver, el término “Serif” se refiere a los pequeños adornos decorativos al final de los trazos. Y la palabra «Sans» significa «sin» en francés. Así que una fuente sans serif es aquella que no tiene los adornos pequeños al final de los trazos. Las fuentes Sans serif también se conocen como de palo seco, grotescas o góticas.

En comparación con las fuentes serif que generalmente se consideran tradicionales y familiares, las fuentes sans serif son modernas y audaces. Por lo tanto, las fuentes sans serif son buenas para titulares y textos cortos que requieren atención pero no para cuerpos o bloques de texto grandes. Otra característica de las fuentes sans serif son sus formas menos complejas, que harán menos pixilaciones y distracciones. Por lo tanto, se muestra bien en pantallas, y son las tipografías habituales en las páginas de internet.

Transmiten modernidad, seguridad, alegría, neutralidad o minimalismo.

Algunas de las fuentes más conocidas de esta familia: Arial, Bauhaus, Tahoma, Verdana. o Helvética.

 

Las fuentes “script” se crearon tomando como base los trazos fluidos y variados propios de la escritura a mano. En general, existen dos estilos de letra “script”. Uno es el formal, muy parecido al de la letra cursiva. Este tipo de escritura imita las formas de las letras usadas por los maestros calígrafos de los siglos XVII y XVII, y parecen escritas con pluma de ave o plumilla de metal. Las fuentes “script” de este tipo se suelen emplear en invitaciones elegantes, tarjetas de felicitación, certificados y bodas. El otro estilo de letra “script” es la casual, que tiende a ser menos formal, más distendida y de trazos más anchos. Este estilo casual se puede apreciar en publicidad y en el sector del entretenimiento.

Se suelen utilizar para títulos o firmas solamente, ya que sus trazos más finos pueden llegar a desaparecer y hacer que pierda legibilidad el texto. Las tipografías script, como Pinyon Script o Parisienne, se caracterizan por tener ligaduras en las letras (es decir, que las letras van ligadas unas con otras). Son elegantes y, por tanto, eso es lo que transmiten: elegancia, lujo, calidad, incluso afecto y creatividad.

Algunos ejemplos son la Gótica, Brush, Cylburn, Vivaldi y Edwardian Script.

Por ultimo, las decorativas son tipografías que no se ajustan a ninguna de las clasificaciones anteriores y que casi siempre se han creado con un fin específico, donde la legibilidad no se ha tenido demasiado en cuenta.

Se caracterizan por tener una personalidad muy fuerte, y por tanto, ser muy únicas. A menudo presentan una gran carga expresiva, a través de atributos temáticos. Definitivamente, no son tipografías adecuadas para bloques de textos. Su principal ventaja es que pueden transmitir muchas sensaciones y adaptarse muy bien a tu proyecto.

Aquí encontraremos por ejemplo, Esténcil, Art Nouveau, Pop Art o Grune.

 

En toda tipografía podemos distinguir una serie de elementos, a eso comúnmente se le denomina Anatomía de la tipografía.

Hay algunos conceptos relacionados con las letras que deberías conocer.

  • Altura de x: se refiere a cuánto miden las letras minúsculas, excluyendo las ascendentes como la ‘f’ y descendentes como la ‘g’.
  • Altura de las mayúsculas: se refiere a cuánto miden las letras de caja alta.
  • Asta: rasgo principal de la letra que la define como su forma o parte más esencial.
  • Asta montante: son las astas principales de una letra, como la ‘A’.
  • Ápice: es la unión de dos astas en la parte superior de una letra.
  • Asta transversal: rasgo horizontal de las letras, como en la ‘A’.
  • Cartela: es la parte curveada de una serifa que la conecta al asta.
  • Asta ascendente: asta que contiene la letra de caja baja y que sobresale por encima de la altura x, como en la ‘k’.
  • Brazo: parte terminal que se proyecta horizontalmente o hacia arriba y que no se encuentra incluida dentro de la letra, tal como se ve en la letra ‘k’.
  • Remate: son pequeños adornos ubicados generalmente en los extremos de las líneas de los caracteres.
  • Ligadura: es la unión de dos o más elementos de la letra, como en la ‘g’.
  • Hombro o anillo: es el asta curva cerrada que se forma, por ejemplo, en la ‘g’.
  • Bucle: parte inferior de la ‘g’ minúscula cuando esta es una forma cerrada.
  • Oreja: es la terminación que se le añade a algunas letras tales como la ‘g’.
  • Asta descendente: asta de la letra minúscula que se encuentra por debajo de la línea de base, como ocurre con la letra ‘p’.
  • Lágrima: final de una letra con serifas que termina en un remate redondeado.
  • Cola: asta oblicua colgante que forman algunas letras, como la ‘j’.
  • Asta ondulada o espina: es el rasgo principal de la letra ‘s’ mayúscula o minúscula.
  • Aguijón: así se designan las partes finales, superior e inferior de las letras como la ‘s’.
  • Ojo: denominación resultante de nombrar la parte central del ojo del carácter en sentido vertical.
  • Cola curva: asta curva que se apoya sobre la línea de base o debajo, como en la ‘Q’.
  • Cuerpo: altura de la letra, correspondiente en imprenta a la pieza metálica en que está montada la letra.
  • Línea base: la línea sobre la que se apoya la altura.

 

Por ultimo nos gustaría incluir un par de infografías que ilustran claramente lo que hemos visto en este post.

Infografía: Anatomía de la Tipografía. (autor: hemisferiodigital)

Infografía: Clasificación de la Tipografía. (autor: bola8design)

y una curiosa… La tabla periódica de la tipografía. (autor: Rodrigo Picazo)

Espero que os haya gustado.